Restaurantes

Aunque en la boda podrás degustar algunos de los principales productos de la tierra, si eres de los que te gusta conocer los sitios por su cocina, te recomendamos no irte sin deleitarte con la gastronomía de la zona. El pueblo cuenta con un número bastante amplío de restaurantes, entre ellos algunos de nuestros favoritos que te recomendamos visitar son:

• Restobar
• Restaurante Quercus
• El rincón de Juan
• Mesón Restaurante La Cepa

Si prefieres más bien “batalleo” de calidad, nuestras recomendaciones son:

• El come y Bebe
• La Factoría del Ratón Perez

Gastronomía

La cocina tradicional de Pozoblanco procede de antiguos recetarios de pastores y aceituneros, tres son los pilares sobre los que se sustenta dicho recetario: pan, aceite y cerdo ibérico, producto estrella del Valle de los Pedroches, siendo la denominación de origen “Los Pedroches” la que dedica más superficie de dehesa a la cría del cerdo ibérico en España.

Las paletas y jamones de cerdo ibérico de la máxima calidad, pata negra alimentado con bellota, son solo uno de los exquisitos derivados que podrás disfrutar en tu estancia (lomo de orza, chorizos, salchichones, morcillas, morcones, lomitos, caña de lomo…), así como una amplia variedad de cortes de carne fresca, desde los más tradicionales como solomillo, chuletas, oreja, costillas o carrillada, a los más conocidos en las mesas gourmet actuales como el secreto, la presa o la pluma, pasando por cortes más exóticos como el lagarto, larga tira de carne entre la chuleta y el lomo, o el violín, carne pegada al hueso que une los jamones.

Todo esto, sin olvidar por supuesto los obligatorios de la zona: el lechón frito, plato donde el protagonista es el cerdo ibérico de menor edad, hecho en aceite de oliva bien caliente para lograr que quede crujiente y tierno a la vez, el flamenquín y el rabo de toro.

Además, la cocina vallesana tiene platos que usan como base tanto la carne de cordero como de ternera, criados ambos de forma extensiva en los pastos de la dehesa, y especies cinegéticas como perdiz, conejo, jabalí o ciervo.

Como representación del origen pastoril comentado de la gastronomía del Valle, tenemos las migas “tostás”, los espárragos trigueros que se recolectan a mano en la amplia dehesa que nos rodea, o los quesos artesanos de nuestras queserías. Paralelamente, no podemos dejar de destacar que Pozoblanco es en la actualidad uno de los lugares pioneros y con mayor número de productores de aceite de oliva ecológico en toda España.

Llegados a los dulces, la variedad es grande y cada pueblo de la comarca tiene sus especialidades. Los tradicionales se basan en harina, miel y manteca, de donde salen Perrunas, Pelusos, Hornazo, Hojuelas o Flores de miel, Roscos o Buñuelos entre otros. Sin olvidar las gachas que, como no podía ser de otra forma, nos queda como reflejo de la historia pastoril mencionada.